Antigua
imagen milagrosa venerada
en el templo de San Alfonso en Roma
en el templo de San Alfonso en Roma
ORACION
Aquí tenéis, ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! A
vuestros pies a un miserable pecador, que a Vos acude y en Vos confía. ¡Oh
Madre de misericordia! Tened compasión de mí. Oigo que todos os llaman refugio
y esperanza de los pecadores: sed, pues, el refugio y la esperanza mía.
Socorredme por amor de Jesucristo; tended la mano un miserable caído en la
culpa por no haber recurrido a Vos; pero sé que con vuestro socorro venceré en
adelante. Sé también que me ayudareis si a Vos me encomiendo, más temo que en
las ocasiones peligrosas descuide el llamaros y así me pierda. Por eso esta es la gracia que solicito,
esta la que anhelo por cuanto soy y puedo, a saber: que en los asalto del
infierno recurra siempre a Vos diciéndoos: María ayudadme; Madre del Perpetuo
Socorro, no permitís que pierda a mi Dios.
Tres Avemarías.
Tres Avemarías.
HISTORIA
DE LA IMAGEN
Venerada hasta el siglo XV en la isla de
Creta, la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fue llevada a Roma por
un piadoso mercader huyendo la persecución de los turcos. Por otros trecientos
años fue venerada en la Iglesia de San Mateo, la cual fue destruida a
fines del siglo XVIII por revolución. La
imagen desapareció por sesenta años; cuando se descubrió fue puesta por el Papa
Pio IX en la Iglesia de San Alfonso María de Ligorio, que se halla edificada
sobre las ruinas del templo de San Mateo, y allá se venera hasta hoy.
EXPLICACIÓN CELESTIAL
DE LA IMAGEN
El dia 26 de junio de 1977, el Padre
Celestial dijo a la Portavoz, una religiosa mexicana: “Agrega a este mensaje que
María Virgen y Madre, en su advocación mas maternal, es esta: “Perpetuo Socorro,”
título es este que Ella misma eligió y lo confirma por doquiera que la invocan
en esta imagen y en este título que Ella ama. Porque Ella quiere ser y es, el
Socorro Perpetuo de las almas… ¡de todas las almas! Ahora queremos revelarle
que Ella y Todos Nosotros con Ella, deseamos que en Roma, en el Vaticano, Ella
sea proclamada Patrona Universal. Y Nosotros deseamos que así sea. Porque, como
a ti se te dio este encargo desde niña, se debe hacer. Que la imagen primera de
esta Virgen, que fue pintada por San Lucas y que se venera en el tiemplo de los
Redentoristas, sea llevada en triunfo al Vaticano, y allí quede para siempre
con el título de Perpetuo Socorro en la Catedra de Pedro. Tú lo presentaste así
al amado Vicario de Mi Hijo Jesús en 1963; pero los malos que rodean a Paulo VI
no lo han permitido, y estorban la mayor gloria de Dios y de su Santa Iglesia.
“Decid, pues, en “Estrella,” que si alguno puede gestionar, ¡lo haga! Dara mucha gloria a la Iglesia militante y triunfante. Esta entronización debe ser solemne, participada al mundo entero, así como a ti se te dijo por Mi Hijo Divino.”
Aquí vi entrar y arrodillarse ante los tronos a un personaje que llevaba en sus manos los instrumentos de un pintor – paleta, pinceles y un atril, el cual se arrodilla humildemente ante Ellos; y una creador de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.”
Y el Niño de la Madona se lanzó a los brazos de San Lucas, el cual estrechándolo, dijo así: “¿Mi Señor y mi Dios, viene a mí, su siervo?”
Aquí la Virgen se pone en pie y dice: “Por la gracia de Mi Dios, Yo soy la Madre del Perpetuo Socorro. Sea la esperanza, la Madre y la vida de todos, en el Cielo y en la tierra. Amen.”
“Decid, pues, en “Estrella,” que si alguno puede gestionar, ¡lo haga! Dara mucha gloria a la Iglesia militante y triunfante. Esta entronización debe ser solemne, participada al mundo entero, así como a ti se te dijo por Mi Hijo Divino.”
Aquí vi entrar y arrodillarse ante los tronos a un personaje que llevaba en sus manos los instrumentos de un pintor – paleta, pinceles y un atril, el cual se arrodilla humildemente ante Ellos; y una creador de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.”
Y el Niño de la Madona se lanzó a los brazos de San Lucas, el cual estrechándolo, dijo así: “¿Mi Señor y mi Dios, viene a mí, su siervo?”
Aquí la Virgen se pone en pie y dice: “Por la gracia de Mi Dios, Yo soy la Madre del Perpetuo Socorro. Sea la esperanza, la Madre y la vida de todos, en el Cielo y en la tierra. Amen.”
Mínimas
franciscanas
del Perpetuo Socorro de María
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